La enseñanza de mamá

 

Me costó mucho superar la muerte de mi hermana. Recuerdo que mamá me dijo que no debíamos rendirnos y seguir viviendo. "El dolor es inevitable. Pero el sufrimiento es opcional".

Así que como pude continué mi vida. El destino fue mi cómplice. 

Me enamoré de una chica. Salimos varias veces al cine. Parecía que todo estaba bien.  

Hasta que un día se alejó. 

Esperé su llamado pero nunca llegó.

Entonces recordé lo que era ese abandono.

Aunque no quería saber sobre ella me enteraba de todo. Supe que tuvo una cita con otro chico. Y que con solo un primer encuentro terminaron en su casa de fin de semana.

Me llené de bronca.

Supe que esa noche brindaron. Y ella lo besó.

No me pude contener. Pasado un tiempo viajé hasta su casa.

Ella me abrió la puerta. Nos besamos en secreto. Entré al cuarto. Y allí estaba en la cama, atado y mirándome como sabiendo todo lo que esperé y lo que lo busqué estos años. Recordé la frase de mamá. Y elegí el sufrimiento como justicia.