CONSEJOS ANTIPÁNICO

CONSEJO 1

 Si usted estaba lavando los platos cuando fue asaltado por la paranoia y ahora cree que es inminente la entrada de ladrones a punta de pistola, deje las vajillas y tome el revólver que antes escondió en el cajón de los repasadores. Comprenda la forma de miedo que lo ha embargado e intente sentir lo contrario.

Déjese caer y ruede por el piso. Escóndase debajo de la mesa con mantel del living, levante el cañón y apunte a la entrada.

Sienta la adrenalina de saber que, usted, ahora, es el cazador.

Abra la puerta de calle. Mire a los costados. Camine rápido. Póngase un pasamontañas y salte el portón del vecino. Oblígelo a tirarse al piso. Pidale todo el dinero que tiene.

Cuando lo crea necesario, regrese a la cocina de su casa y continúe con el lavado de platos.

Al otro día devuelva el dinero y continúe su vida.

CONSEJO II

Si usted sufre de un ataque de asfixia repentina causado por su hipocondríaca mente, pidale a su vecino que lo ahorque un poco para comprender cabalmente lo que es una falta de aire. Si no se detiene cuando usted intenta dar un grito ahogado, golpee sus costillas levemente para que se detenga. Es posible que aproveche la ocasión para vengarse de lo sucedido en el consejo anterior.